La triste realidad de la que nadie quiere hablar

Alejandra Cid Penroz
Universidad Católica de Temuco
Estudiante de Psicología de 2° año

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La sociedad latinoamericana actual está enferma. Son múltiples las causas de esta enfermedad y una de ellas ha sido por la globalización. El acceso a las nuevas tecnologías ha permitido al hombre introducirse en una infinita dependencia a estas herramientas, como por ejemplo, el celular, en donde pasamos más tiempo en el, que con las personas. Junto con esto se puede ver como cada vez más nos volvemos seres individualistas y vamos perdiendo los valores como el respeto y sentimientos como la empatía hacia el prójimo, es decir estamos cada vez más alejados de nuestra realidad. Otra de las razones de esta enfermedad social, es la confusión con nuestra identidad. Pues quienes controlan la sociedad, nos han impuesto una manera de comportarnos, de pensar, de comer, de vestir, sin darnos cuenta de que solo hacemos lo que ellos quieren que hagamos e incluso tratamos de parecernos a los países desarrollados para ocultar nuestra verdadera realidad. Por otro lado, esta confusión de identidad tiene un origen y es que con la llegada de los españoles a América Latina, se puede apreciar como fueron arrebatadas creencias, costumbres y tradiciones que identificaban a los pueblos indígenas y que fueron reemplazadas por las que ellos consideraban las más correcta, en donde los indígenas no entendían sus métodos, ni estaban de acuerdo con esa manera de ver la realidad, pero que fue impuesta y que hasta el día de hoy se mantiene. Por último, la sociedad en la que vivimos aún se encuentra reprimida. Pues quienes tienen el poder en la sociedad, se encargan de reprimir toda expresión revolucionaria para que ellos sigan siendo quienes controlen a las personas. Es por esto que aunque tengamos el derecho a la libertad y expresar nuestra opinión, es más bien una libertad limitada, ya que si llegamos a expresar o manifestar una situación que va en contra de quienes tienen el poder, ellos se encargarán de callar y de reprimir toda expresión. En conclusión vivimos en una sociedad aquejada por la globalización, por una confusión de identidad y por la represión del poder, que cada vez más está enfermando a la sociedad.

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