La Animación Sociocultural: una herramienta para fomentar la participación

     
Por: José Friz    
Prof. Guía: Saúl Miranda Ramos
Universidad Católica de Temuco
Chile

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En Latinoamérica existen un sin fin de movimientos y expresiones culturales que han sido estudiados desde diferentes perspectivas, siendo una de ellas las ciencias sociales. Dentro de este ámbito se encuentra la rama de la Animación Socio Cultural (ASC), que busca realizar acciones en favor de la cultura analizando la realidad con técnicas participativas de donde emergen las expresiones culturales. De esta manera, La Animación Sociocultural se conforma como una metodología que promueve la participación a través de diferentes fases; el análisis de la realidad, la planificación participativa, la acción participativa y la evaluación.

El análisis participativo de la realidad es el primer paso en la metodología de la ASC y consta de varios elementos que tienen por finalidad conocer a la comunidad.  Primero, en esta etapa se necesita analizar de la manera más fiable posible las necesidades y situación de la comunidad. Aquí, es fundamental conocer con exactitud las dimensiones del problema y diagnosticar o valorar la gravedad de la situación. También es importante incorporar un proceso de sensibilización, concienciación y motivación con los participantes que permita hacer una detección de los grupos sensibles al problema. Además, es necesario tener en cuenta algunos aspectos que se pueden estudiar en una comunidad, como antecedentes históricos, cultura u organización. En segundo lugar, es importante determinar de manera participativa que técnicas se utilizaran para la recolección de información. En este apartado se desarrolla el hacer del análisis de la realidad. Para esto, es necesario haber concluido y analizado que problemática o necesidad se optará por abordar de manera participativa. Se deben seleccionar las técnicas según el grupo o colectivo que se quiera estudiar y estas varían desde las entrevistas bibliográficas o grupos focales hasta grupos de discusión o asambleas. Por último, es necesario preparar una devolución o evaluación de la información recabada. En este apartado, una vez que se conoce un aspecto de la realidad de un determinado sector con el que se quiere trabajar es importante contrastar esta información con los miembros de la comunidad. Para esto es importante definir a quien va ir dirigida la información de devolución (es recomendable tratar de abarcar la mayor cantidad de personas) y como vamos a dirigir esta información. Lo importante en esta etapa es garantizar que los participantes puedan apreciar el fruto del trabajo realizado. En resumen, se entiende el análisis de la realidad como un proceso en que se estudian y se conocen las necesidades latentes, así como los intereses y recursos con los que cuenta una comunidad con el fin de diseñar un proyecto o programa de acción sociocultural.

Así mismo, la planificación participativa es el segundo paso en esta metodología y consta de tres características principales. La primera tiene que ver con los niveles de concreción de la planificación en lo social. Estas corresponden jerárquicamente al plan (cobertura nacional, más amplio en el tiempo, más estratégico que operativo), Un programa (busca explicar un proceso, diseñar una finalidad y se limita a sector específico de población) y un proyecto (mucho más delimitado y especifico a una zona geográfica, se formula que se va a hacer para conseguir un objetivo). A su vez, la segunda se relaciona con los niveles de planificación en ASC. Estos se relacionan con sistema operativo para organizar el trabajo en ASC, posibilitando el aprendizaje individual y grupal. El primer nivel de planificación es el programa de actuación general, que consiste en un diseño de proceso de conocimiento, sensibilización, planificación de un proyecto y una evaluación continua. El segundo nivel, está el proyecto específico de trabajo que busca responder a que prioridades apuntar y las acciones y tareas necesarias para lograr el objetivo general. La última característica implica tener en cuenta los elementos del diseño de la programación. En este apartado se trabajan la justificación de la acción, es decir su relevancia o porque de ser. La definición de los objetivos, el diseño de las fases de intervención, el diseño de acciones, actividades y tareas. Por último, en la evaluación del programa o proyecto, se integran las formas de verificar los resultados de los diseños utilizados. Por tanto, se puede entender que la etapa de planificación consta de tres características principales que corresponden a diferentes niveles de análisis y sistematización del proceso de trabajo de la información para la intervención de una comunidad.

De la misma forma, la acción participativa es la tercera etapa en la ASC y se fundamenta en el trabajo en equipo, los recursos económicos, la coordinación de trabajo y la evaluación continua. Primero, el trabajo en equipo en la acción participativa consta de algunos elementos esenciales como la participación organizada, el desarrollo grupal y algunas dificultades a tomar en cuenta en la implementación del trabajo en equipo. La participación organizada, implica contar con un grupo de personas que trabaje de forma continua y otras de forma intermitente, con un compromiso en las metas a desarrollar y una metodología de trabajo (horas, fechas y tareas a realizar). A su vez, el desarrollo grupal tiene algunas fases relevantes, primero se necesita orientar al grupo por medio del acercamiento personal, en segundo lugar, se necesitan establecer normas de trabajo, en tercer lugar, se deben trabajar las diferencias en el grupo pro medio de la autoexploración, en cuarto lugar, se debe entrar en una fase proyectiva o de eficiencia, donde se ven las metas a conseguir y tras estos pasos se llega a un periodo de estabilidad de trabajo. También es importante tomar en cuenta algunas dificultades para el trabajo en equipo en la acción participativa, como lo son las mecánicas que se tornan lentas y complejas, algunas inhibiciones en el trabajo y los distintos niveles de implicación de los participantes. En segundo lugar, los recursos económicos en la acción participativa dependen de la naturaleza del recurso, el ámbito o tipo de prestación y el ámbito de actuación de estos. Los recursos pueden tener una naturaleza material (herramientas, instrumentos), humanos (planificación) y económicos (ingresos). En el ámbito de prestación pueden aparecer recursos de tipo cultural (libros, material audiovisual) educacional (material didáctico) deportivo (balones, canastas), turístico (mapas, planos), social (becas o subvenciones) o de tiempo libre. Por último, en el ámbito de actuación, los recursos se evalúan según su alcance, ya sea este local, provincial, comarcal, regional, estatal e Internacional. En tercer lugar, La coordinación del trabajo en la acción participativa depende de canales de comunicación, el trabajo grupal y el ambiente en el equipo. Los canales de comunicación deben ser fluidos y unitarios en el grupo para que la circulación de la información sea igualitaria. También, la coordinación de trabajo consta de momentos de reuniones concretos y planificados, con una división de tareas propuesta con anterioridad. Además, el ambiente del equipo debe por prioridad mantener un buen entorno, que potencie las habilidades de cada participante. En cuarto lugar, también en la acción participativa debe existir una evaluación continua que implica una revisión de la información en tres niveles. Se debe considerar por qué se recoge esta información, para contrastar con los objetivos. Otro punto importante es dar cuenta del tipo de información que se tiene, para saber si la metodología fue eficaz.  Y por último evaluar en cómo se recogió la información, para detectar y seleccionar la información que este correcta y la que necesita mejoras. En síntesis, La acción participativa es la tercera fase de la ASC y está compuesta por variados elementos a considerar para su éxito, algunos de estos son el trabajo en equipo, que se desglosa en participación organizada, desarrollo grupal y las dificultades que puedan aparecer durante el trabajo. También están los recursos económicos, que pueden variar según su naturaleza, su alcance y su tipo de prestación. Además, es importante considerar la coordinación del equipo de trabajo a través de canales de comunicación fluidos, reuniones planificadas y un buen ambiente de trabajo. Por último, en la acción participativa hay que considerar un proceso de evaluación donde se analiza la información en tres niveles, porqué se recoge, cual es el tipo de información y como se recogió.

El último punto importante es la evaluación participativa en ASC, entendido como un instrumento para la mejora de la practica que consta de las siguientes características principales. La evaluación participativa es una técnica fundamental en la acción social debido a su valoración por la observación y la búsqueda de mejora de una planificación. La observación se realiza de forma simple y directa sobre los diferentes niveles de trabajo. Así mismo, La búsqueda de mejora en las planificaciones es el objetivo principal de la técnica de la evaluación participativa. Así también, existen diferentes tipos de evaluaciones participativas.  Una de ellas puede ser la evaluación de necesidades, intereses o recursos cuyo objetivo es analizar el volumen y las características que la acción a implementar quiere solucionar. Además, en este tipo de evaluación, es importante considerar también la cantidad de recursos existentes y si cumple con los intereses propuestos por los miembros de la comunidad.  De la misma manera, la evaluación participativa consta de tres fases sistematizadas de trabajo. La primera fase o fase previa implica un conocimiento y organización en una primera medida del grupo de trabajo, las preguntas y las partes interesadas. La segunda fase o fase de ejecución, se relaciona con la recogida y análisis de información, y en la fase final se realiza el análisis de los datos y la discusión sobre los mismos. En resumen, la evaluación participativa es una técnica cuya finalidad es la mejora de los procesos de intervención en proyectos sociales, a través de diferentes momentos de análisis en el proceso de diseño, siendo constituida por tipos variados de aplicación y fases claras para su realización.

A modo de conclusión, se puede comprender que la ASC es una metodología de la acción social en favor de la cultura que cuenta con un sistema amplio de trabajo. Este sistema consta de cuatro fases principales, el análisis de la realidad, la planificación, la acción y la planificación. Todas comparten como característica fundamental el ser de carácter participativas. Al buscar en el desglose de sus diferentes sub procesos la inclusión de diferentes actores tanto activos como intermitentes de las comunidades donde se implementa el trabajo, analizando en todo momento si los diseños planteados cumplen con los intereses de estos actores.

Referencias

Herrera, M. (2005) Desarrollo de proyectos de animación sociocultural. Universidad Pablo Olavide, Sevilla.

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