Por: J. Friz
Docente: Saúl Miranda Ramos
Universidad Católica de Temuco
A través de los
años en la historia de la humanidad, siempre se ha buscado adquirir saberes que
sustenten un bienestar para las personas. Estos saberes se obtienen por medio
de la interacción de personas en espacios determinados, por ejemplo en las
universidades, casas de estudio o instituciones educacionales, generando
conocimiento por medio de cátedras e investigaciones aplicadas en la naturaleza
o en la humanidad. En la investigación
aplicada con personas, no siempre el conocimiento producido es funcional y
extrapolable para las realidades de quienes es aplicado y esto genera una
separación entre la academia y las personas quienes participan en los estudios.
Por este motivo surgen movimientos investigativos, principalmente desde las
ciencias sociales, que buscan estudiar a los sujetos en sus contextos reales,
abogando también a que estos saberes descubiertos estén al servicio de las personas.
Dentro de este campo surge la investigación acción participativa (IAP) como una
forma de facilitar la capacidad de plantear acciones en favor del bienestar de
las comunidades y ver esto como un proceso investigativo.
Es por medio de
acciones en comunidades o barrios desfavorecidos, las cuales muchas implican
una forma de actuar emancipadora, donde con la IAP se puede lograr
contrarrestar algunas limitaciones de los servicios públicos. En los barrios y
comunidades donde abunda la pobreza es donde nace la propuesta de la IAP, en la
búsqueda de disminuir la brecha económica y la superación de la pobreza, pero
no es esta la finalidad última de la IAP, sino que se relaciona con dotar a las
personas desfavorecidas de un poder político que les permita generar el cambio
social. Esta visión de poder político implica el conocer las dimensiones de las
estructuras sociales operantes y tener la capacidad de interactuar en ellas en
favor del bienestar común, es un cambio objetivo en las relaciones y acceso a nuevas
oportunidades. Así mismo, Las acciones emancipadoras en IAP ocurren cuando se
rompe con el cierto paternalismo que ofrecen algunas instituciones estatales, a
través del conocimiento de las contradicciones estructurales, generando
relaciones horizontales entre las personas y estas instituciones, las cuales,
por diversos motivos pueden presentar determinadas limitaciones o formas de
operar en su gestión de políticas públicas.
Estas acciones
emancipadoras buscan promover una mejora en el bienestar de las personas y se
relacionan principalmente con darles la posibilidad de visualizar como les gustaría
que fuese su realidad actual, con el propósito de dirigirlo y transformarlo. El
bienestar tiene que ver con la calidad del acceso a recursos para solventar necesidades
básicas y en la IAP se busca partir de los recursos que se tienen en la
actualidad para lograr acceder a otros por medio del fortalecimiento.
Utilizando el análisis de necesidades en IAP es donde se logra dilucidar la
realidad actual de las comunidades y visualizar que es lo que se quiere lograr,
como se puede hacer y que se necesita para lograr la transformación,
entendiendo esta como un proceso de cambio de un estado a otro. El acto de la
visualización es un proceso de reflexión en sí, que promueve la transformación
ya que implica un paso previo a algo que se quiere lograr, y permite abrir el
paso a las siguientes fases de la IAP, la planificación de acciones, su
ejecución y posterior evaluación.
La gracia de la
IAP es entender este proceso como un ciclo investigativo, porque la
investigación le da un carácter racional a la organización y permite que el conocimiento
generado se acerque más a las metas planteadas. Este ciclo es investigativo en
cuanto se entiende como un proceso crítico, inductivo y reflexivo acompañado
con la acción y forman parte integral de la IAP. Se transforma en racional
cuando se buscan orígenes y profundizaciones sobre la problemática a trabajar
de forma participativa. Además de esto, por medio de la acción, tanto desde la participación
de las comunidades, como de manera lineal en la ejecución de intervenciones,
las investigaciones permiten obtener resultados para, con y desde las personas.
En síntesis, se provoca una mezcla, donde la investigación nutre al saber de
las personas y las personas nutren el proceso investigativo.
En conclusión,
la IAP está formada por un ciclo de interacción entre los procesos
investigativos y los comunitarios. Estos procesos permiten evidenciar cambios
en la cotidianidad y raciocinio de las personas que conforman una comunidad, en
búsqueda de su bienestar y cambio social. Además, se puede otorgar un trasfondo
y entendimiento más académico a las problemáticas abordadas. Este entendimiento
da paso a reflexiones filosóficas nutritivas para la investigación y para la
concientización de los participantes. La concientización permite dar cuenta de
las dimensiones sociales en los cuales están insertos estos participantes y
hacerlos comprender que en ellos se encuentran los recursos para poder
transformar estas dimensiones para el bien común.
Referencias:
Nistal, T. A.
(2007). Investigación-Acción Participativa y mapas sociales. Benlloch,
Castellon, 1-27.
Balcazar, F. E.
(2003). Investigación acción participativa (iap): Aspectos conceptuales y
dificultades de implementación. Fundamentos en humanidades, 4(7-8),
59-77.
Lewin, K., Tax,
S., & Stavenhagen, R. (1992). La investigación acción participativa. Inicios
y desarrollos.
tracesQexdzu-1977 Ian Parra https://wakelet.com/wake/GZ7iLmsWOIuEr3V2dIMdm
ResponderEliminartalnerssandsund
inscurplosdo Brian Hunt https://www.greenspeed.no/profile/Quake-II-Mission-Pack-2-Ground-Zero-2018-No-Survey/profile
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