Por V. Muñoz Barrientos
Profesor guía: Saúl Miranda Ramos
La
observación participante es una herramienta muy valiosa para el investigador
por su función de recogida de información, análisis e interpretación en un
contexto de interacción continua con el objeto de estudio. Otorgándole un
entendimiento superior de los fenómenos sociales mediante la observación y la
asociación de estos datos recogido mediante esta técnica y la integración a la
realidad in situ del fenómeno estudiado. Siendo evidente el beneficio entregado
al investigador como instrumento de recogida de información y cotejo.
Esta
técnica permite al investigador comprender que la observación es el primer paso
para entender el rol de los fenómenos sociales. Es decir, cuál es la naturaleza
del conflicto social, los criterios y variables que inciden en su origen. Así
también, permite distinguir los patrones conductuales de las personas que
participan y los roles que desempeñan dentro una comunidad o grupo. La cercanía
a estos informantes de primera mano da cabida de generar nuevas hipótesis que
desde una posición exterior seria dificultoso vislumbrar. El observar como
herramienta posibilita generar un
entendimiento más completo de las actividades de índole social.
Por otra parte, las observaciones
participantes son distintas a la simple acción de mirar. Ya que posiciona al
observador en una situación que le da las facultades necesarias para no solo
inducir, si no generar conocimiento certero de la integración de múltiples
observaciones realizadas en más de un solo momento. En consecuencia, el proceso
de observación necesariamente debe ser complementado con la descripción de los
hechos en forma detallada en diarios de campo, incluyendo las conversaciones
triviales y las apreciaciones personales del investigador, ya que estas
permiten mejoran el proceso investigativo, al guiar como y que debe observar,
establecer relaciones que puede ser
catalogado como relevante y/o detectar
informantes clave. Hay que advertir de este modo que es necesario
integrar otras acciones que respalden las observaciones del investigador.
Así
mismo, el investigador debe integrarse en la cotidianidad del grupo de estudio.
Esto significa que debe interiorizarse tanto en la cultura al ingresa como en el proceso de investigación.
De modo, que la vinculación que logre con los distintos agentes de la comunidad
cobrara gran relevancia al ser proporcional al acceso y calidad de los datos
recabados en el continuo de socialización permanente que tiene con estos. Permitiendo que la comprensión del fenómeno
sea tanto externa como internamente, lo que conlleva integrar sus propias
apreciaciones subjetivas. Más aún, esta interiorizan cultural le otorga
credibilidad a las interpretaciones que le proporciona la observación
participante. De forma que el investigador se convierte en un miembro del grupo
mediante la adquisición de un entendimiento mayor del contexto en cual
desarrolla la práctica investigativa.
A
modo de conclusión podemos decir que la observación participante es una
herramienta de recogida de información e interpretación que permite al
investigador interaccionar activamente con el grupo objeto de estudio. En cual
la observación de propio investigador se convierte en el instrumento central
para dar fundamento a una tesis, pero la
cual debe necesariamente ser llevada a
cabo en conjunto la anotación sistemática del proceso, integrado la apreciación
subjetiva de su participación y
relaciones en este nuevo contexto.
Referencias Bibliográficas
Aguiar,
E. P. (2015). Observación participante: una introducción. Revista San Gregorio,
80-89.
Amezcua,
M. (2016). La Observación Participante en 10 pasos. Index de Enfermería,
25(1-2), 92-92.
De
Castillo, V. (2015). Situaciones sociales y observación participante.
Paradigma, 5(1-3), 7-19.
Comentarios
Publicar un comentario