Por:
Ariadna Molina Rivera
Prof. Patrocinante: Saúl Miranda Ramos
Universidad Católica de Temuco
Muchas veces nos planteamos la importancia
de considerar a las personas en el proceso interventivo de sus propias
realidades. Esto sucede tanto en intervenciones grupales como individuales.
Desde la psicología sucede a la vez, con diversas áreas, cómo la clínica,
organizacional, comunitaria, etc. Lo que tiene en común la presente
problematización de intervención, es la necesidad de que, la persona o grupos
de personas que se intervengan, estén activas la mayor parte posible en sus procesos
de cambio. Por lo que es necesario conocer técnicas que tomen en consideración la
agencia personal y la participación activa de los involucrados para generar los
cambios pertinentes en cada fase de intervención. Desde lo anterior, cabe
destacar la relevancia de la Animación Sociocultural. Esta, siendo una técnica
de intervención que traspasa fronteras, es entendida como el proceso en el que
las personas son protagonistas de su desarrollo e impulsa la transformación
interactiva de sus realidades.
Primero, la animación sociocultural
traspasa fronteras. Esto dado que, se puede aplicar en diversos contextos.
Además, otorgándole a la acción, distintos significados dependiendo la necesidad en cada caso. Estos
pueden ser animación cultural, promoción sociocultural, recreación y tiempo
libre, etc. Lo anterior faculta ampliar la intervención y su plasticidad al
momento de llevarla a la praxis. Vale decir, que extiende su dinamismo en la
práctica dependiendo el significado. Lo que le permite ser más flexible en su
metodología, dependiendo la nominación de la intervención y la particularidad
de cada grupo o contexto.
Segundo, pero no menos importante, es el
espacio de protagonismo que la Animación Sociocultural otorga a las personas
involucradas. En cada fase de animación, ellos están inmersos en la
colaboración al cambio. Siempre de manera activa, aportando conocimiento,
ayuda, ideas, retroalimentando los procesos. Tienen el espacio pues, para ser
protagonistas de su propio cambio. Por otro lado, a través del desarrollo, se
integran diversos agentes del contexto. Por lo que el proceso está
intercambiando constantemente agentes que impulsan al cambio. Lo que hace aún
más participativo, activo, nutritivo e inclusivo el proceso de cambio social.
Tercero, y en relación a los dos párrafos
anteriores, a través de esta técnica podemos transformar la naturaleza de
manera interactiva. Dado que interventor y agente intervenido están en relación
constante. No hay jerarquía en las fases de acción, cada persona involucrada en
el proceso es vista como un igual. Cada persona tiene un espacio de
protagonismo que nutre el cambio, retroalimentándolo a medida que transcurre
cada proceso. Por lo que hay un intercambio constante de información y
conocimiento. Estos intercambios, que pueden ser traspasadas de diversas formas
en distintos momentos. Lo que produce la participación y protagonismo de los
agentes involucrados, de manera flexible a fin de una interacción no estática
en su morfología.
Para finalizar, se debe entonces procurar
considerar la Animación sociocultural como una metodología acorde, que permite
tomar en cuenta la verdadera particularidad de cada agente social involucrado
en su propio cambio de la realidad en la cual se interviene. Ya no se trabajará
como un ente externo que pretende producir un cambio y llevarse el crédito como
mero interventor que lleva a cabo una propuesta. Si no que, en todo el proceso,
desde el diagnóstico hasta el análisis, se considera a las personas en cada
fase de acción para la transformación. Dando espacio al protagonismo activo de
las personas, a la interactividad en las relaciones sociales, traspasando así
fronteras de intervención y en los procesos necesarios para el cambio social;
dependiendo el contexto y personas involucradas.
Referencias:
Colectivo por una
Educación Intercultural (2010). Manual para la Animación Sociocultural.
Chiapas. Recuperado de http://abacoenred.com/wp-content/uploads/2016/04/Manual-para-la-ASC-2010-Chiapas.pdf.pdf
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