Por: Huenupil
Sebastián
Prof. Guía: Saúl Miranda Ramos
Universidad Católica de Temuco
Chile
Durante el siglo XVIII se dieron diversos hechos históricos que llevaron a que las personas tuvieran que aprender a vivir en las ciudades. Es así como la revolución Francesa, las sociedades industriales y el surgimiento de los movimientos obreros crean un ámbito en el cual los ciudadanos deben aprender a vivir en estos nuevos espacios de urbe. A raíz de esto, las personas tuvieron que asumir diversos roles, capacitarse para atender la demanda de la industria, aprender el uso de las máquinas y estructurar sus vidas en el tiempo para el trabajo junto con el ocio. Este panorama llevó a que se desarrollase la educación popular la cual tenía, en Europa, un estilo más transmisivo y paternalista. Surge de esta forma la animación sociocultural como alternativa y respuesta a tiempos donde los padres debían producir y donde los hijos requirieron la búsqueda de nuevos momentos para atender su educación extraescolar junto al desarrollo de la infancia. Es así como la animación sociocultural (desde ahora ASC) nace como un conjunto de técnicas sociales que, basadas en una pedagogía participativa, promueve prácticas voluntarias y activas de la gente. Para lograr esto la ASC se divide en cuatro etapas que permiten el desarrollo de un proceso de educación social de carácter participativo. Las etapas son: análisis participativo de la realidad, la planificación participativa, la acción participativa y la evaluación participativa. El presente ensayo tiene como finalidad exponer una definición sobre la animación popular y las diversas etapas que la componen para dar sentido al trabajo comunitario a realizar.
El contexto
Latinoamericano en el cual estamos inmersos hace necesaria una forma de realizar
política cultural que apunte a un cambio de las formas hegemónicas del hacer
cotidiano. Hegemónico ya que se observa el hacer de una sociedad que se
considera superior a otra, imponiendo sus valores, costumbres y formas de vida.
Como resultado, la cultura dominada pierde coherencia y se enreda en un proceso
de manipulación que genera una percepción de inferioridad e identidad negativa
que lleva a considerar la cultura dominante como el modelo a seguir,
mimetizando al sujeto con el medio de producción, proletarizándolo,
conquistando su individualidad.
La definición
que se presentará a continuaciónes desde un propósito político/ideológico de
carácter Revolucionario de la ASC. Desde esta perspectiva la ASC se define como
un proceso de carácter participativo el cual busca potenciar el protagonismo
del sujeto en su desarrollo personal, social y cultural a través de prácticas
sociales en grupo.Es un proceso ya que comprende diversas etapas que serán
profundizadas más adelante. El que se desarrolle de esta manera permite
mantener un orden, en conjunto con entregar ciertos lineamientos de acción para
la organización del trabajo del facilitador/a. Posee un carácter participativo
por no requerir un nivel previo de conocimiento lo que la hace abierta a las
diversas posturas y saberes que existan en un espacio determinado, por lo que
se procura desarrollar actividades y prácticas que estén relacionadas con los
intereses y necesidades manifestadas por los individuos. De esta forma son las
personas reunidas quienes determinan el contenido de las acciones, los
objetivos y fines de lo que se quiera realizar. Esto se relaciona con el carácter
grupal de las prácticas que se basan en diálogos que tienen una mirada problematizadora
de la cotidianidad desde la cual se reflexiona sobre la realidad y donde no hay
un conocimiento dominante, permitiéndose así la reflexión y la construcción de
conocimiento de forma mutua través de los vínculos existentes.
Como se ha
mencionado la participación es un elemento de gran relevancia en el
desarrollo de la ASC. Una propuesta
metodológica que cuente con la participación permite empoderar a los sujetos
como agentes sociales dentro de su comunidad. En ese sentido, el análisis de la
realidad se comprende como el primer proceso que tiene un carácter de
diagnóstico el cual se realiza de forma participativa, evidenciando el poder
que existe en cada sujeto y el grupo, poder que pueden ejercer sobre una
determinada situación. El levantamiento de información en relación a las
necesidades y recursos se fundamenta en una identificación de la realidad; esto
tiene la particularidad de elevar una valoración de los intereses explícitos y
de las demandas, tanto expresadas como latentes de la comunidad. Por este motivo
esta etapa es entendida como una detección de capacidades y potencialidades,
como también de los obstáculos en el proceso de transformación. La relevancia
de un trabajo participativo y de carácter transformador surge cuando las
personas del espacio a intervenir toman conciencia de su realidad, o sea, sean
conscientes de sus necesidades e intereses, como también de las carencias que
pueden dificultar el proceso de cambio. Para ello es de gran relevancia que el
análisis que se haga de la realidad sea inteligible para el grupo. Esta labor
es lograda cuando se desarrolla un trabajo con, para y desde el colectivo,
analizando sus discursos y comprendiendo en conjunto las condiciones de su
realidad. En ese sentido, el animador/a, sólo cuando conoce las necesidades e
intereses de las personas podrá determinar qué proyecto de trabajo puede ser el
más necesario para la población. Esta conciencia del animador/a, respecto a lo
que la comunidad necesita, aumenta las posibilidades de que sus sugerencias
sean aceptadas y que, por tanto, el proyecto tenga mayor viabilidad.
La planificación participativa es una etapa del proceso que vas más allá de la organización de los pasos
necesarios para intervenir. La ASC se ocupa de impulsar el proceso de grupo,
apropiándose de lo que se debe observar y puntualizar para avanzar. Se
desarrolla entonces a través de la identificación y definición de las
estrategias junto con las tácticas que sean necesarias para generar las
acciones que permitan la transformación. Cada una de estas estrategias y
tácticas se adecuarán a las capacidades y recursos que los sujetos del grupo
observen en el entorno. De esta forma, desde estrategias participativas, se
tomarán las decisiones en relación a los diversos roles que serán distribuidos
en el grupo para así concretas las tareas. Esta planificación debe estar
desarrollada con fines alcanzables, por tanto los objetivos deben ser posibles
y realizables por el grupo, para ir ampliando la dificultad gradualmente.
En la ASC las
acciones están representadas por la técnica y el recurso humano que es posible
adquirir. Cada técnica y recurso humano deben ser determinados por el grupo lo
cual permite el comenzar con el trabajo que se desee realizar. Para poder
organizar el trabajo se hace necesario la definición de un equipo de trabajo y
de las tareas a realizar. El trabajo en equipo se comprende como una actitud
que tiene como condición el desarrollarse de forma cooperativa. Para encuadrar
se hace necesario poder adaptar el funcionamiento del equipo a la realidad socio
ambiental y a la coyuntura en el cual se desarrolla el trabajo. Por ejemplo, en
el caso de trabajar con una agrupación de padres de un colegio, el contexto es
el escolar; en el caso de trabajar con una junta de vecinos, el contexto es el
de la comunidad, población o ciudad (estos contextos no son rígidos y pueden
ser ampliados según la evolución del trabajo y los grupos). Algunas cuestiones
básicas de los equipos de trabajo desde la ASC son la estructura horizontal,
poseer capacidad de planificación y la confianza en las capacidades de cada miembro.
La estructura horizontal se refiere a que cada miembro del grupo tiene la
capacidad de tomar decisiones. Es así como el reparto de las tareas y las
diversas responsabilidades a distribuir deben ser determinadas en relación a
las capacidades de cada miembro. Por su parte la planificación tiene relación
con poder elevar un trabajo acorde con los objetivos y las metas. Esto
permitirá un mejor funcionamiento interno ya que todos los miembros estarán
conscientes de cuáles son los fines a alcanzar y de qué forma se pueden lograr.
El confiar en las capacidades de cada miembro permitirá que las motivaciones
del equipo converjan en las mejores aptitudes, conocimientos y cualidades de
cada miembro; esto se logra en conjunto con lo mencionado anteriormente sobre
la distribución equitativa de las tareas. Motivar la individualidad para un fin
grupal permitirá que el equipo logre diálogos creativos gracias a las diversas
visiones que pueden ir surgiendo respecto a lo que se quiera realizar.
La última etapa es la evaluación participativa. Se define como evaluación participativa como
un proceso continuo de recogida de información que permite analizar y valorar
el desarrollo de las acciones, en conjunto con tomar decisiones respecto a las
modificaciones necesarias para el correcto desarrollo del proceso para la
obtención de los objetivos. Es de carácter participativo por ser una reflexión
que proviene de todos los agentes que colaboraron en la tarea. De esta manera
se hace énfasis en la autonomía de los grupos para resolver sus propios
problemas. La evaluación participativa es una etapa que está presente
constantemente en el proceso de realización de los proyectos de ASC. Gracias a
este se logra evaluar si el programa responde adecuadamente a los intereses y
expectativas de las personas involucradas. Es así como esta participación
entrega la oportunidad a los implicados para que sean ellos quienes decidan
cuales son los objetivos de evaluación y qué tipo de información se requiere recabar
para realizar una óptima evaluación. Es decir, cada participante podrá aportar
su visión e información respecto al proceso de recogida de datos y el
procesamiento estos agilizando los diálogos dentro del grupo.
Animación Socio
Cultural se define como un proceso que tiene un carácter participativo desde el
cual se potencia el protagonismo del sujeto tanto en su desarrollo persona como
en el de su comunidad. La participación se facilita ya que todos los saberes son
entendidos como válidos dentro del trabajo grupal. De esta forma cada individuo
tiene la posibilidad de aportar a identificar y definir los diversos recursos,
amenazas e intereses del espacio en el cual se desarrolla el trabajo para así
determinar en conjunto las acciones y objetivos de lo que se desee realizar. La
primera etapa de este proceso es el análisis participativo de la realidad el
cual, como lo indica su nombre, se desarrolla de forma participativa. Se
realiza una detección de capacidades, potencialidadades y obstáculos en
conjunto con los y las participantes a fin de que se tome conciencia de la
realidad de manera crítica. En base a lo resuelto por las personas se podrá
realizar una valoración de los intereses y las motivaciones para dar comienzo
al proceso de planificación. La planificación es el momento en el cual se
determina lo que se debe observar y las estrategias por las cuales se abordará
lo observado. Luego de esto se distribuyen los roles en relación las
habilidades de cada sujeto. Ya en el momento de la acción se definen los
equipos de trabajo. Esta labor requiere tener claridad respecto a los objetivos
y metas que se deseen alcanzar. Una estructura horizontal es lo que facilitará
que las decisiones que determinen la acción sean representativas y se pueda
hacer una distribución de las tareas en base al diálogo. Finalmente la
evaluación de lo que se haya realizado es a través del análisis y la valoración
de lo desarrollado según las decisiones tomadas. Esta etapa permite una
reflexión de cada una de las personas que formen parte del equipo de trabajo. A
través de esta reflexión es que se podrá determinar si lo realizado permitirá,
permite o permitió el logro del fin que se desea alcanzar.
Referencia:
Herrera Menchén, M. M. (2005). Desarrollo
de Proyectos de Animación Sociocultural. Sevilla: Universidad
Pablo de Olavide.
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