Por Margot F. Recabarren Vallejos
Prof. Guía: Saúl Miranda Ramos
Universidad Católica de Temuco
Prof. Guía: Saúl Miranda Ramos
Universidad Católica de Temuco
La Animación Sociocultural (ASC) se
caracteriza principalmente por ser un proceso de participación y educación
social, se trabaja desde los intereses, demandas y necesidades de la comunidad
siendo también un proceso de educación social y acción que se realiza a lo
largo del tiempo conlleva a un aprendizaje individual y comunitario. La Animación Sociocultural opera a
través de diversas etapas participativas, estas son: el análisis de la
realidad, la planificación, la acción y el proceso de evaluación.
Para
avanzar y entender la animación sociocultural primero se debe comprender como
hacer un análisis de la realidad participativo esto quiere decir realizar una
evaluación de necesidades de la comunidad. Para esto se deben tener claro los
pasos de dicho análisis, la misma comunidad se realiza una autoevaluación. Se
basa en hacer un análisis para detectar las causas de los problemas locales.
Primero se debe saber cuán importante es el problema que aqueja a la comunidad,
se indaga en el problema para buscar así la mejor solución. Se busca
identificar necesidades y recursos de la comunidad afectada, además de aspectos
sociales que identifican a la comunidad para luego analizar lo recopilado a
través de técnicas de análisis de resultado de la realidad local, para finalmente
exponer los resultados encontrados. Cabe destacar que el resto etapas a seguir
en la ASC están todas conectadas por lo mismo su origen participativo y la
importancia de la comunidad.
El
proceso de planificación en la acción sociocultural se basa en la anticipación
a la acción especificando los procedimientos utilizados en el trabajo, se trata
de un desarrollo racional y estructurado de lo que se va a hacer. Para
comenzar, es importante destacar que las personas que impulsan el proceso y
actúan como animadores logren entender la importancia de la planificación como
instrumento de ayuda en su tarea como animador, y como medio para la
organización del grupo y la cohesión del mismo. Hay que tener presente que si
estamos haciendo una planeación tiene que ser colectiva, si no es así ya no
trabaja dentro del marco de la ASC. El animador trabaja con base en dos niveles
de planificación, en el primer nivel se diseña un programa y en el segundo uno
o más proyectos. La planificación debe ser sistemática y cooperativa, es un
trabajo de toma de decisiones en conjunto con los participantes, todo debe ser
negociado y no individualizado. Se debe implicar al máximo los destinatarios en
el proceso de planificación, deben ser partícipes y protagonistas. El hacer una
planificación participativa consta de diferentes ventajas, entre ellas más
implicación por parte de los participantes en las siguientes etapas.
La
acción participativa se centra en llevar al trabajo los elementos revisados, y
al igual que en las etapas anteriores en conjunto con la comunidad o
participantes. En esta etapa ya es momento de llevar a cabo lo analizado,
propuesto y diseñado, donde se combinan múltiples elementos de manera ordenada
y coherente. Se trabaja en torno a lo planificado, pero siendo más flexible, lo
que no quiere decir que se pueda improvisar, si no que se deja un espacio para
ajustes y modificaciones necesarias durante el desarrollo del programa. Para
llevar a cabo los objetivos se trabaja en torno a la gestión, que es un método
con objetivo centrado en sí misma, siendo en sí una metodología. En este
proceso es vista como una estrategia de acción su objetivo es favorecer el
desarrollo de programas socioculturales.
En la acción hay que tener presente los diferentes recursos que se tiene
para poner en marcha dicha acción sociocultural, estas son herramientas,
instrumentos o medios, que pueden ser humanos, materiales y económicos, con
estos recursos se ha de ejecutar un programa o proyecto.
Ya
al final de las etapas se encuentra la evaluación participativa, siendo esta el
proceso en el cual sabemos o determinamos si se cumplieron los objetivos
propuestos al inicio de las etapas. Dicha evaluación es comparativa, al inicio
del proceso, no comparativa durante el proceso y periódicamente comparativa
después del proceso. La evaluación se distingue como la valoración de
resultados, se trata de comprobar cuán eficiente fue el programa. En la
evaluación participativa es donde los principales protagonistas de los procesos
socioculturales pueden colaborar en la planificación de la recogida de datos y
el procesamiento. Hay que tener presentes los niveles de evaluación, los
indicadores y la triangulación. También
las técnicas para evaluar, los instrumentos de evaluación la tabulación y
análisis de los datos.
Para
finalizar la Animación Sociocultural se ha consolidado como
una metodología de la intervención socioeducativa. En la cual se dan
acciones de práctica social dirigidas a animar, dar vida, poner en relación a
los individuos y a la sociedad en general, mediante la utilización de
instrumentos que potencien el esfuerzo y la participación social y cultural.
Dicha animación se aplica a través de etapas participativas, estas etapas son
el análisis de la realidad, la planificación, la acción y el proceso de
evaluación. Estas etapas están ligadas directamente con las estrategias de
cambio y transformación social. Este anhelo de cambio social, entendido tanto
como transformación, mejora, o superación de condicionamientos e injusticias
sociales, ha sido una constante en el discurso y la praxis de animadoras y
animadores socioculturales.
Herrera, M. (2005). Desarrollo de proyectos de animación sociocultural. Sevilla:
Universidad Pablo Olavide.
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