Javiera Heisse
Universidad Católica de Temuco
El poder económico actualmente nos ha ido moldeando como sociedad, nos ha dado patrones de cómo pensar, sentir y actuar bajo leyes de mercado, estas normas han generado en los países mal denominados “tercermundistas” una idiosincrasia sin contenido étnico y cultural. Cada vez vamos perdiendo nuestras raíces, nuestros orígenes ancestrales, nuestras lenguas y cosmovisiones de los distintos pueblos originarios que poseia en algun entonces américa latina. El poder económico, llamado neoliberal nos trata de imponer dia a dia por distintas formas el modelo norteamericano y europeo, debemos ser blancos, estar a la moda, teñirse de rubio, de ojos claros, poseer muchas tarjetas de debito y credito para generar un supuesto mal denominado desarrollo, para poder dejar a tras la clasificación de país subdesarrollado. Lo que realmente ocurre es que para poder copiar estos modelos y ser un país o continente desarrollado hay que perder nuestras culturas ancestrales. He aquí el gran dilema ser un país desarrollado no debería implicar una pérdida sino una ganancia, crear una ganancia cultural nos hará un continente mucho más rico y heterogéneo socialmente. ¿ Para qué tanta homogeneización? si desde el comienzo hemos sido diferentes… Este control no debe generar más pérdidas, deben existir cambios sociales, reivindicar nuestras antiguas cosmovisiones, generar un equilibrio entre la cultura y la economía como un principio de desarrollo.
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