Por Bárbara Silva Leis
Universidad Católica de Temuco
Mamá
hace que Los Ángeles sea mi hogar porque me llena de alegría todos los días con
sus bromas y siempre sus brazos son el amparo que me guarda de tempestades. A propósito, mi mamá se llama Dora. Los
Ángeles es fuerza porque también está mi papá, siempre se disfraza de roca para
seguir y darme impulso cada día, asimismo papá guarda en una alcancía todos sus
besos para dármelos por montón. Por cierto mi papá se llama Francisco. Los
Ángeles es mi hogar y hay nostalgia ya que en Los Ángeles hay recuerdos y
nuevos comienzos. En realidad la nostalgia es una tristeza melancólica que
florece por el recuerdo de una pérdida. Los
Ángeles es mi cobijo, es mi hogar.
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