Sandra Pinto
Estudiante de Psicología
Universidad Católica de Temuco
En los tiempos modernos sólo se pensaba en avanzar, competir y ser el mejor, bajo cualquier término y sin importar nada más que los beneficios que esto pudiera traer. Se olvidaron del ser humano y sólo les importó la tecnología, no miraron que avanza a un ritmo distinto, no miraron sus fallas ni mucho menos los daños que ésta podría traer a la humanidad, y no hablo sólo de la maquinaria. En primer lugar, “no todo lo que brilla es oro”, hace referencia a que la tecnología se ve atrayente, entretenida, que nos “hace la vida más fácil”, pero nos olvidamos de que los excesos nos atrapan y nos juegan, muchas veces, malas pasadas. En segundo lugar, a lo largo de la película, o de lo que se alcanzó a ver, se observa como es que, al protagonista, mucho trabajo, presión-por lo mismo que se mencionaba al comienzo, por la competencia absurda que hay por parte de los tiempos modernos-lo llevan al colapso y cayó al hospital, esto le costó el trabajo. En estos tiempos en los que todo es tecnología, producir y consumir, si dejas de “servir” te desechan. No importa si tienes que mantener un hogar, si tienes cosas que pagar, si no sirves eres reemplazado, como mencioné más arriba, el ritmo de la tecnología y del tiempo moderno tiene otro tiempo, muchísimo más rápido que el del ser humano. En conclusión, invito a tener cuidado, tener cuidado con la tecnología, tener cuidado con la propia salud, a conocer tu límite y a no pasarlo. No podemos vivir estresados toda nuestra vida. Es importante, que la rutina, que el trabajo, el estudio, la vida misma nos consuma y tengamos que llegar a lo mismo que C. Chaplin. Debemos más que preocuparnos, ocuparnos. Ocuparnos de rendir, pero ocuparnos de nosotros mismos también, sobre todo si estamos estudiando psicología, necesitamos estar bien para que otros también lo estén, y hacer cambios. El cambio, siempre, empieza por uno.
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