Crisis mundial y salud mental; tips para enfrentar mejor la pandemia

Ixchel Bibiana Galicia Cansino

Actualmente estamos frente a una situación que de la noche a la mañana cambió la  forma en la que interactuamos con otros, con nuestro entorno, en la forma de aprender, de enseñar, de trabajar, en nuestros paradigmas y en nuestras dinámicas sociales. La cuarentena ha generado diversos desequilibros en nuestro trabajo, estudio, hogar con impacto importante en nuestra salud mental. 

En Física, cuando hablamos de la relación entre las fuerzas que actúan sobre un cuerpo y los efectos que se producen en su movimiento, nos referimos a una de sus ramas que es la dinámica; teniendo esta idea como referencia, hablar de los cambios en la dinámica social, implica entender que hay fuerzas que actúan sobre el individuo que lo llevan a tomar acciones que finalmente, influyen en el colectivo y en la psique. 

Para poner un ejemplo de lo anterior, podemos recordar que al inicio de esta contingencia, las personas reaccionaron en dos formas opuestas, hubo personas que a la mínima provocación hicieron compras de pánico, motivando más compras de pánico; y aquellas personas que compraron conscientemente influyendo en otras para no generar desabasto. Algunas personas han presentado, o presentan ansiedad mientras otras experimentan depresión. 

Claramente no todo es blanco y negro, hay una amplia escala de grises en la forma en la que reaccionamos, por lo que es muy importante reflexionar en torno a estas dos preguntas: ¿De qué forma lo que yo hago y digo influye en los demás? y ¿Cómo influyen las acciones de otros en mi?

Entender que los cambios que percibo en mi entorno son el resultado de la reacción colectiva, nos permite actuar con mayor consciencia en la toma decisiones y en la forma en la que influimos en otros.

¿Cómo podemos estar preparados ante todos los estímulos que recibimos de estas reacciones colectivas?

1. No creer en todo lo que vemos ni lo que oímos, así como verificar la veracidad de las noticias que recibimos y de las que compartimos. Esto nos ayudará a cuidar de nuestra salud mental. 

2. Ser tolerantes y pacientes con nosotros mismos y con quienes nos rodean. Entender que todos estamos adaptándonos a esta realidad y eso requiere tiempo, algunos lo lograrán antes, otros tardarán un poco más, pero todos estamos en el mismo proceso.

3. Pensar antes de actuar. Parar un poco antes de tomar una decisión y pensar en la forma en la que puede influir en otro.

4. Pedir y dar ayuda. Siempre es bueno recurrir a otros para compartir nuestras ideas, sensaciones y pensamientos, así que no hay que limitarnos al buscar ayuda en nuestros amigos, familiares o profesionales capacitados. También estar atentos para ayudar a otros.


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